La Organización de la República de Chile (a veces llamada Ensayos Constitucionales o Anarquía) es el período que abarca desde la abdicación de Bernardo O'Higgins (28 de enero de 1823) hasta la Batalla de Lircay (17 de abril de 1830).
Estos años son caracterizados por la búsqueda de un ordenamiento institucional adecuado que diera forma al Estado. Ello quedó de manifiesto desde el gobierno de O'Higgins (Constituciones de 1818 y 1822), pero durante este periodo, la lucha por la organización se hizo más turbulenta, por las constantes pugnas entre la aristocracia, los oficiales militares y los ideólogos.
Durante este período se van a implementar tres constituciones: La Constitución Moralista (redactada por Juan Egaña en 1823), las Leyes Federales (redactadas principalmente por José Miguel Infante en 1826) y la Constitución Liberal (redactada por José Joaquín de Mora en 1828).
Gobiernos
Los Gobiernos que rigieron a Chile en esta época fueron numerosos, marcados por la constante dimisión de los gobernantes, por la incapacidad de poner orden y por su inexperiencia política, fenómeno que a pesar de ser nocivo tuvo sus frutos al no existir la presencia de caudillos, lo que suavizó la violencia y permitió a Chile, estabilizarse con mucho más facilidad que el resto de la región, por ser tan numerosos sólo se nombran los que tuvieron mayor trascendencia.
Gobierno de Ramón Freire (1823-1826)
Ramón Palacios, fue una de las principales figuras de éste período.
Luego de la abdicación de O'Higgins, el 28 de enero de 1823, una Junta de Gobierno administra el país, la cual decide entregar el poder al general Ramón Freire, bajo el cargo de Director Supremo, ya que el cargo de presidente no se crearía hasta 1826. Este militar era poseedor del respeto de las tropas chilenas por su brillante actuación en las campañas de la Independencia. Durante este período se va a hacer asesorar por Mariano Egaña.
Su gobierno estuvo marcado por grandes avances, pero también problemas financieros, lo que conllevó a la necesidad de embargar los bienes del Clero y a postergar el pago de la deuda externa (Empréstito de Londres). A pesar de esto, el dinero no fue suficiente para pagar los sueldos del ejército, el cual se sublevó en numerosas ocasiones.
Fue necesario ceder el estanco de tabaco a la firma Portales y Cea (1824), con el fin de que ésta cancelara la deuda externa. El trato fracasó luego de dos años. Aun así, Freire realiza obras humanitarias, como la Abolición Definitiva de la Esclavitud, gestionado por José Miguel Infante. Durante este periodo llegó a Chile la Misión Muzzi, obra de la Iglesia Católica para solucionar las diferencias entre el Estado y ella, la cual fue un completo fracaso.
Finalmente, después de una expedición fallida en 1824, Ramón Freire termina la independencia territorial de Chile con la incorporación de Chiloé en las batallas de Pudeto y Bellavista (enero de 1826). En abril de 1826 renunció al cargo de presidente de Chile, favoreciendo a su sucesor, Manuel Blanco Encalada.
Gobierno de Manuel Blanco Encalada (1826)
Manuel Blanco Encalada, fue el primer Presidente de Chile.
Manuel Blanco Encalada asumió el 9 de abril de 1826, al renunciar Ramón Freire, pese a haber nacido en Buenos Aires, Argentina.
Bajo su gobierno se aprueban una serie de leyes que inician la práctica del sistema federal en Chile. Gracias a esto, Blanco Encalada se convierte en el primer Presidente de la República que ejerció aquel título. Gobernó hasta el 9 de septiembre de aquel año, renunció y tras su renuncia se vio el fracaso del federalismo, culpándose de todo a José Miguel Infante.
Gobierno de Agustín Eyzaguirre
Agustín Eyzaguirre asumió la primera magistratura ante la renuncia de su antecesor, gobernando en calidad de interino, hasta el 25 de enero de 1827.
Su gobierno estuvo caracterizado por la inestabilidad producida por el desarrollo del sistema federal. Este produjo una constante pugna entre las provincias y reiterados motines al momento de realizarse las elecciones.
En enero de 1827 se produce el golpe definitivo al sistema federal y a su gobierno. El golpe de estado dirigido por el coronel Enrique Campino se llevó a efecto la noche del 24 al 25 de enero. Campino depuso al Presidente, instalándose en el palacio de gobierno, siendo éste un ataque dirigido directamente en contra de los estanqueros, siendo su primera acción el encarcelamiento del ministro del interior, Manuel José Gandarillas, al interino de Guerra, Tomás Ovejero y a Diego Portales entre muchos otros integrantes del Congreso Nacional de Chile.
Enrique Campino, montado en su caballo, llegó a la puerta de la sala ordenando a Elizondo, quien en ese momento presidía la sesión, que ésta se disolviera en el momento lo que llevó a la protesta de quienes la integraban. A ello Enrique Campino respondió con el ingreso de una compañía de granaderos a la sala. Sin lograr que nadie abandonara la sesión el jefe de la compañía ordenó la orden de "¡Apunten!" a lo que los diputados respondieron abandonando raudamente la sala con la excepción de don Diego José Benavente quien permaneció en su sitio sin la más mínima intención de retirarse. En las galerías algunos personajes pertenecientes al público permanecieron escondidos bajos los asientos siendo uno de ellos Clemente Díaz quien arrebató la espada a un coronel avalanzándose sobre las tropas.
Tomando esto como ejemplos algunos de los diputados quienes habían salido de la sala decidieron volver a hacer frente a esta intromisión dominando así la situación. Una vez más reunidos, los diputados tomaron la decisión del avenimiento con el general Freire de forma transitoria quien al tratar de dirigirse a Campino éste se limitó a decir que "tengo una culebrina pronta para ser descargada sobre S. E. si se acerca". Ramón Freire, entonces, se dirigió a Aconcagua con algunas fuerzas con el fin de organizar una resistencia. Luego de esto se convocó a un consejo de guerra en donde se proclamaría a Francisco Antonio Pinto como el nuevo Presidente de Chile.
Diego Portales, quien aún estaba en prisión, logró convencer al mayor Maruri de que encabezace la contrarrevolución en contra de Campino, la cual se sumó a las fuerzas de Ramón Freire poniendo así fin al conflicto.
Gobierno de Francisco Antonio Pinto (1827-1829)
Francisco Antonio Pinto, aunque muy corto, su gobierno fue el más largo de éste período.
Luego de la renuncia de Ramón Freire, Pinto, quien era vicepresidente, asumió la conducción del Estado. Apoyado por la coalición pipiola - federal, suspendió la constitución vigente, por lo que la coalición se dividió.
Bajo su gobierno se redacta la Constitución de 1828.
En las elecciones generales en 1829 los votos lo confirman en la Presidencia de la República, pero al momento de elegir vicepresidente, se produce una situación que sería aprovechada por los pelucones conservadores y los conspiradores estanqueros dando lugar a la llamada Guerra Civil de 1829-1830.
Últimos gobiernos del período (1829-1830)
Pinto decide renunciar, con el fin de evitar el desenlace esperado de la guerra civil, pero ya es tarde. Asume la presidencia Francisco Ramón Vicuña, el cual intenta hacer lo mismo que su predecesor, aunque los hechos lo obligan a renunciar.
[editar]La Junta de Gobierno y Ruiz-Tagle
Tras un acuerdo se designa una junta de gobierno provisional destinada a acabar con la Acefalía del Ejecutivo, presidida por José Tomás Ovalle, ésta junta considerada de consenso, elige un Congreso de Plenipotenciarios, reforma la ley electoral y trata de ceder el poder al bando pelucón, ya que su presidente (Ovalle) era un reconocido pelucón.
La junta llama a unas breves elecciones en el congreso y son elegidos Francisco Ruiz-Tagle Portales como Presidente de Chile y José Tomás Ovalle como Vicepresidente, Ruiz-Tagle es presionado por el bando estanquero a renunciar.
Gobierno de José Tomás Ovalle (1830-1831)
José Tomás Ovalle, bajo su gobierno provisional, los conservadores se consolidan en el mando del país, terminando esta época.
El 1 de abril de 1830, el vicepresidente José Tomás Ovalle asume la Presidencia de Chile, nombrando a Diego Portales (jefe del bando estanquero) como ministro plenipotenciario.
El gobierno de Ovalle transforma el país de una manera férrea, la revolución finaliza con la Batalla de Lircay, consolidándose los conservadores en el poder naciendo informalmente la república conservadora, Ovalle intenta derogar la constitución, pero no puede hacerlo. Finalmente recibe facultades extraordinarias y se llama a una Convención para reformarla, esta asamblea deribaría en la Constitución de 1833, los liberales son exiliados y el gobierno se centraliza.
En poco menos de un año, el gobierno provisorio de Ovalle logra cambiar el rumbo de todo el período, además con unas rigurosas medidas la figura de Ramón Freire es cada vez más opacada por las autoridades y se supera la innestabilidad originada, además se firma el Tratado de Cuz-Cuz.
A casi un año de gobierno, el Presidente Ovalle fallece, sucediéndole su vicepresidente, Fernando Errázuriz Aldunate. Por último, éste convoca a elecciones, donde se postulan Pinto y el general triunfador de la revolución José Joaquín Prieto. Este último gana las elecciones por una mayoría abrumadora, dando inicio al periodo formal de la República Conservadora
Bandos Políticos
Pelucones: Bando formado principalmente por la aristocracia castellano-vasca santiaguina. Buscaba una administración centralizada, autoritaria, regida por organismos colegiados (juntas o congresos). Eran de carácter conservador y eran muy apegados a la Iglesia Católica. Se dice que buscaban el reemplazo de la autoridad real en forma muy simple.
Pipiolos: De carácter liberal, buscaban la prioridad de los derechos y libertades humanas, la instauración apresurada de un sistema democrático, creyendo que las leyes moldean a una nación. Eran principalmente miembros de las clases productoras (especialmente de provincia). Estaban profundamente influenciados por los ideales de la Revolución francesa y buscaban cambios fundamentales que significasen la independencia total y definitiva de España. Uno de sus principales representantes fue Ramón Freire Serrano.
Federales: Son liberales radicalizados basados en el gran desarrollo de Estados Unidos. Estaban liderados por José Miguel Infante y buscaban la implantación del sistema federal en Chile, el cual se materializó durante el gobierno presidencial de Manuel Blanco Encalada, en 1826.
Estanqueros: Bando compuesto principalmente por los grandes hombres de negocios surgidos a raíz de la liberalización del comercio exterior ocurrida en la Patria Nueva. Buscaban la instauración de un gobierno autoritario, centralizado, impersonal y provisional, donde el Estado fuera respetado sin importar los métodos utilizados. Querían un país donde predominara la Presidencia de la República, con el fin de preparar a Chile para una futura democracia. Eran liderados por Diego Portales.
O'higginistas: Generalmente aristócratas de Concepción, oficiales militares y amigos personales del antiguo Director Supremo, Bernardo O'Higgins. Veían como única solución a los problemas del país el regreso de éste de su exilio en Perú después de su abdicación en enero de 1823. Uno de sus principales representantes fue José Joaquín Prieto, general de Concepción quien, al tomar el poder luego de la Batalla de Lircay en 1830 y asumir la Presidencia de la República en 1831, no permitió a O'Higgins volver a Chile, por orden de Diego Portales.
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